Cada Coach tiene su propio estilo. Es fruto de nuestras experiencias personales, trayectoria de vida, conocimientos, formaciones y motivaciones, que creamos nuestra propia metodología teniendo en cuenta las bases del coaching.
En mis procesos utilizo el coaching para potenciar las cualidades del coachee (cliente), para conseguir que haga reflexiones, pueda razonar, poner conciencia en la situación con sus pros y sus contras. Así como tomar decisiones para accionar y conseguir su propósito.
Combino la inteligencia emocional para conocer, reconocer las emociones y gestionarlas haciendo un buen uso de las mismas.
Todas las emociones son buenas porque nos informan de una situación. El problema está cuando esta emoción no se disuelve, con lo que se crean pensamientos y sentimientos que perduran en el tiempo y pueden convertirse en la frustración, sufrimiento, culpa, estrés, ansiedad, depresión, vergüenza …
Incorporo la atención plena (Mindfulness) en el proceso, para tomar atención de forma consciente de la experiencia del momento, mediante la respiración. Trabajo en el proceso, las emociones, pensamientos y sensaciones corporales, para llegar a conciencia lo que nos afecta, para poder gestionarlo y cambiarlo.