Las habilidades para relacionarse, analizado desde el estudio de la inteligencia emocional se clasifican en: Respeto, Empatía y Asertividad. Son básicas para podernos desarrollar en nuestro día a día, y vivir una vida acorde a nuestros principios. El resultado es sentirnos bien con nosotros mismos, en paz, equilibrio, harmonía.
El Respeto es un valor. El respeto es aceptar que otras personas sientan y piensen diferente a mí, aunque no lo comparta. Mi verdad es tan firme como la verdad del otra persona.
La Empatía es un sentimiento. La empatía es tener la intención y la voluntad de querer entender a la otra persona. Necesitamos saber escuchar, querer entender y sobretodo ser humilde. Es fácil decir que se es empático, pero es muy difícil serlo.
La Asertividad es una conducta. La asertividad es tener la capacidad de decir lo que se piensa y sienta sin herir a la otra persona. Ser capaz de utilizar las palabras correctas, las acciones en el momento preciso con las conductas adecuadas, y sobre todo comunicarlo a la persona correcta.
¿Cuántas veces nos enfadamos y descargamos nuestros enfados y frustraciones con la persona menos indicada? ¿Te suena? Tu jefe te ha disgustado y cuando llegas a casa lo paga tu pareja.